En la mayor parte de los países del mundo, el apoyo a una nueva madre se da por supuesto. Hay mucha gente alrededor dispuesta a ayudar durante la recuperación postparto y a atender al bebé. En el mundo moderno, sin embargo, la mayoría de las mujeres tienen como norma la independencia, quizá la madre se encuentre alejada de los familiares y amigos de que dispone normalmente o se piense que es necesario probar la propia madurez como persona adulta, como mujer o como madre. Esto supone una gran tensión en un momento en que se necesita toda la ayuda posible.
Crear una red de apoyo o una tribu con otras madres puede ayudar a la nueva madre en el proceso de lactancia y a maternar en grupo. Porque ser madre es una de las mejores cosas que nos pasan en la vida, sentimos un amor por nuestrxs hijxs, pero la maternidad conlleva muchas cosas que no siempre son fáciles de llevar. Siendo una madre en una gran ciudad, he visto como muchas madres nos sentimos solas en algún momento en la crianza de nuestrxs hijxs, te encuentras con cansancio al no dormir continuadamente, lxs bebés requieren de nuestro cuerpo y alma todo el día. Si no tienes nadie con quien compartir esos momentos, puedes pensar que no estás hecha para esto, que algo haces mal cuando el resto parece que no se sienten sobrepasadas.
Tener una tribu te hará sentir muchas cosas, entre ellas empoderada. La tribu nos ayuda en muchos aspectos durante la maternidad:
La tribu nos escucha, necesitamos hablar y que alguien escuche como nos sentimos, expresar las cosas que tenemos dentro y necesitamos sacar, que nos aconsejen sin juzgarnos.
La tribu nos ayuda con lxs hijxs, si necesitamos salir a respirar el aire, a una clase de yoga o salir a comer con nuestra pareja, ahí está la tribu para apoyarnos, para hacernos sentir seguras y que no nos preocupemos si no podemos con todo.
La tribu nos ayuda aportando su experiencia con la crianza, cuando un bebé llega a casa llegan muchas dudas, que no se van cuando se hace mayor, sino que van apareciendo de nuevas.
Mi tribu me ayuda compartiendo sus experiencias, sin decirme que sus formas son las buenas y las de otras son malas, sino simplemente dándome ideas para poder hacer las cosas mejor.
Así que yo lo tengo claro, para poder tener éxito en mi intención de criar lo mejor posible a mi hijx es necesario tener una tribu a la que no es imprescindible que me unan lazos sanguíneos pero sí el fin común de conseguir que mi peque sea lo mejor que pueda ser y se sienta atendido.
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